Te llevaré conmigo. Que por mucho que suene a cuento, prometo que nunca voy a soltar tu delicada mano en un intento de escapar de este oscuro mundo social, escaparemos. Y juro que volveremos a nuestro árbol, aquél con nuestras iniciales, además de las de otras personas, diez años más tarde
juntas. Esperaré lo que sea necesario para volver a tus brazos y cálida piel, para seguir haciéndonos promesas de las que seamos capaces, contando la una con la otra en todo momento.
Y puede que ésto se asimile a una estúpida historia ficticia de sacos hormonales*, pero es un intento que merece la pena experimentar, permanecer unidas.
Con cariño,
Kim
PD: Recorreremos el mundo en una caravana Volkswagen T2 y llenaremos su techo con fotos Polaroid. Tenlo en cuenta.
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*sacos hormonales: sólo tú lo sabes, creo.