jueves, 19 de noviembre de 2009

Dos suspiros.


Otro día pasaba, otra tarde que habían dedicado a su tiempo.
Como de costumbre, le acompañaría hasta la boca del metro para despedirse de ella con un tierno beso y repetirle una y otra vez cómo la echaría de menos.
Hoy no, hoy el silencio provocaba distancia entre ambos y lo único que ansiaba el joven era llegar a la estación.

-¿Qué te pasa, cariño? No te veo bien...

Este seguía su rumbo, sin responder, caminando por el frío adoquinado a las tantas de la noche. Pero, para él, no era una simple callejuela. Era su ruta destino "Nunca jamás", donde la ilusión se daba por perdida, donde se arriesgaba a una caída en el oscuro abismo al que él ya no temía.
Ya no había acicate alguno que le devolviera la urgencia de besar su dulce cuerpo en cada momento, o el de demostrar su cariño con dulces caricias...

* * *

Llegaron a su destino, el metro.Ella se disponía a darle el último beso del día. El mundo cayó bajo los pies de la chica cuando el muchacho le comunicó lo que rondaba por su cabeza:

-Ya no puedo más, todo se ha convertido en una mentira que me sofoca continuamente.Necesito mi espacio, aquél del que disfrutaba antes de conocerte.

La muchacha no podía evitar que las lágrimas surcaran por sus mejillas, se sentía sucia. Todo ese tiempo que había disfrutado a su lado se había convertido en tardes de sexo por placer. ¿Su dignidad? Por los suelos, la vergüenza que sentía se podía ver en su rostro incomprendido.
Sólo deseaba caer en el mismo abismo del cual no saldría jamás.


. . .



5 comentarios:

  1. intenta acer como qe sabes de la vida, so capusha
    el anonimo de siempre, ;)

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  2. Y tú haz como que sabes de ella también. Antes de hablar recapacita lo que vas a decir, que a lo mejor no tienes ni puta idea.

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