viernes, 19 de marzo de 2010

Ilusiones

Es como tocar un cuerpo sin vida y seguir notando el calor que desprendía hace unos minutos. Creer que los últimos suspiros aún no se han dado por finalizados, ni si quiera comenzados. Tener la impresión de que aún te escucha cuando le susurras al oído lo mucho que lamentas lo sucedido. Mantener la mirada fija hacia la persona y no estar en una situación incómoda, es más, un momento apacible. Piensas que las lágrimas que surcan por tus mejillas que finalmente acaban cayendo sobre su alma las percibe, debido al gélido tacto de ellas, cuyas marcan un contraste con la cálida piel.
Insistes que cuando tocas a dicho ser, se mueve, tiembla, e incluso se agita. Pero nadie está de acuerdo, y ellos tienen razón, un ligero movimiento de cama puede resultar un movimiento del cuerpo. Quieres pasar tu vida junto a ella cogida de su delicada y inmóvil mano, sin soltarla. Tu sueño es arrebatado por los hombres que la arrastrarían a un lugar frío para que se conserve.
¡No! No os la llevéis por favor...No se merece que la muerte llamara a su puerta de tal manera.
Tan joven y tan alegre. Tan carismática e indecisa. Te quería mucho, ¿sabes? Es más, te sigo queriendo.

El amor de cierta persona hacia ella me hace pensar, he empezado a planearme el futuro de un modo real, no quiero morir así de triste. No quiero padecer de una manera tan cruel.

Aún sigues de algún modo a mi lado, y no quiero que te separes otra vez.

D.E.P.

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